Continúan operativos del ayuntamiento

Ambulantes, semifijos y establecidos han sido “visitados” por inspectores municipales

Por Rafael Hernández Guízar

Ya casi son mil los comer­ciantes ambulantes sanciona­dos por el ayuntamiento de Guadalajara.

Y es que a lo largo de la temporada decembrina, el ayuntamiento de Guadalajara a cargo de Pablo Lemus Nava­rro ha realizado miles de ins­pecciones en el polígono del primer cuadro tapatío, donde se han sancionado alrededor de 950 comerciantes ambu­lantes y semifijos, además de los mismos comerciantes es­tablecidos que sacaron exhi­bición de sus mercancías.

Según la información ofi­cial, los lugares donde se apli­ca este operativo especial, son la zona centro de Guadalajara, Santa Tere, Obregón, Medra­no, San Onofre, y por supues­to, el barrio de San Juan de Dios.

Entre sanciones y decomi­sos de mercancías, se señala que son exactamente 912 las actas que se han computado hasta el momento, siendo la sanción más grande por el or­den de tres mil 500 pesos.

Pese a esto, sigue el co­mercio en la vía pública en el centro de Guadalajara, comer­ciantes que al percatarse de la presencia de los inspectores salen corriendo con sus mer­cancías envueltas en telones que ponen sobre el suelo don­de las venden.

Sin embargo, se dijo ex­traoficialmente que se rentan los carritos para la venta de productos de manera formal, en alrededor de tres mil pesos mensuales.

Entre las mercancías que más se han confiscado desta­can los lentes de sol, las fun­das y dispositivos para celula­res y hasta la comida.

Se estima también que al momento se han confiscado alrededor de 421 kilos de piro­tecnia, algo que está regulado y que debe ser inspeccionado además por la Dirección de Protección Civil y Bomberos.

Por cierto que a Teresita, la comerciante que se quedó ayer en huelga de hambre en el ayuntamiento al manifes­tarse por decir que a ella la te­nían bloqueada tras su remo­ción del espacio donde vendía hot dogs, en el jardín de San Francisco, supuestamente por órdenes directas del goberna­dor Enrique Alfaro, ya se le dio lugar.

Es en la Plaza de los Ma­riachis donde ahora ella podrá vender su comida, un lugar de mucha afluencia de personas en la zona centro de Guada­lajara.