Pablo Lemus tiene “una bola de patanes” trabajando: Tenderos

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

“Me dijeron que me la dejaban pero que les diera su mochada y como no quise pues se la llevaron pero se la llevaron llena de monedas, y pues salimos perdiendo”, lamentó la dueña de una tienda ubicada en el centro de Guadalajara sobre el proceder de inspectores municipales con las llamadas “maquinitas”/Foto: Francisco Tapia

Guadalupe, la dueña de una tienda de abarrotes en la calle Molina, del centro de Guadalajara, denunció un posible acto de corrupción de las autoridades.

Y es que ayer, inspectores del ayuntamiento acudieron a su tienda a incautar una ma­quinita tragamonedas, ya que no hay permiso del ayunta­miento para que esta esté en funcionamiento. Ese no fue el problema, sin, que según ella le pidieron dinero para no lle­vársela, lo cual considera que es un acto de corrupción.

“Mire aquí llegaron y me quitaron la maquinita, des­pués de tanto tiempo que me estuvieron pidiendo que la tuviera, antes entonces no era ilegal, y se la llevaron llena de monedas y pues entonces de qué se trata esto, porque me dijeron que me la dejaban pero que les diera dinero, a mí me la ofrecieron, me conven­cieron, y ahora se la llevaron y qué voy a hacer, querían que les diera mochada para que me la dejaran”.

Pero fue más allá: “Me dijeron que me la dejaban pero que les diera su mocha­da y como no quise pues se la llevaron pero se la lleva­ron llena de monedas, y pues todos salimos perdiendo. Yo lo que le digo al presiden­te es que tiene una bola de patanes, eso es lo que tiene, una bola de patanes”.

Y es que su molestia, radi­ca en que le pedían que entre­gara dos mil pesos para que le dejaran la máquina que, si bien no es suya y deberá en­tregar cuentas al dueño, tam­poco debería pagar de esta manera a los inspectores.

Por ello, envió un llamado a su alcalde Pablo Lemus Na­varro: “Mire que se enseñen a seleccionar al personal, que dejen trabajar como es, y que dejen de estar robando, que se pongan a trabajar y que dejen hacer las cosas a uno, porque no es justo que anden pidien­do mochada”, finalizó.

Por cierto que estas ma­quinitas tragamonedas nece­sitan un permiso federal para operar, ya que se trata direc­tamente de algo que le atañe a la federación, por ello pues, el municipio no está facultado para otorgar nada que permita su puesta en funcionamiento.