Vecinos de San Isidro Labrador, hartos de inmundicia

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Afuera de una escuela ubicada en los cruces de Vergel y Santo Tomás, a una cuadra de la avenida Plutarco Elías Calles, se observa una enorme cantidad de basura, bolsas y bolsas de desperdicios que no se las llevan los camiones recolectores; urge que las autoridades tomen acciones/Foto: Francisco Tapia

Una escuela primaria de la colonia San isidro Labrador, en Guadalajara se convir­tió en basurero clandestino, la gente abandona ahí hasta muebles viejos, no hay quien lo evite.

Se trata de una escuela que está en los cruces de Vergel y Santo Tomás, a una cuadra de la avenida Plutarco Elías Calles donde se observa una enorme cantidad de basura, bolsas y bolsas de desperdi­cios que no se las llevan los camiones recolectores y que además, al paso de los días, hasta muebles viejos y perros muertos se han encontrado.

“Mire tiene años así, que nunca arreglan, la gente siem­pre ha venido y pone aquí la basura, hasta muebles, la ba­sura no se lo lleva, aunque lo vea, que porque no tienen permitido eso, menos mue­bles viejos, sí, si le da uno sí se lo llevan ahí sí hay permi­so, es más, hasta escombro se llevan, pero mire, yo tengo 17 años aquí viviendo y siempre ha estado igual de cochino, abandonado”, dijo la señora María Elena, una de las ve­cinas entrevistadas por este reportero.

“Yo nunca he visto perso­nal de limpieza, nadie que ba­rra la calle porque siempre ha estado así, y como le digo, si uno no les da a los de la basura no se llevan nada, que porque no tienen permiso, pero cuan­do ven dinero sí tienen permi­so, no los entiendo la verdad”, agregó la molesta mujer.

El mal olor es insoporta­ble, sobre todo en época de calores, cuando la basura se pudre en la vía pública, y en lluvias, cuando el agua que se anega en las bolsas de basura hace que la peste sea mayor.

Pero no es todo. También hay mucha inseguridad pese a que sí pasa la patrulla, no hay orden, y los robos son cosa de todos los días.

“Aquí la seguridad está mal, uno mismo se cuida, y uno mismo cuida a los ve­cinos. Está lleno de cámaras en las casas porque uno se tiene que cuidar, sí pasa la patrulla, pero la verdad eso, nomás pasa, para hacer su recorrido de rutina yo creo, pero más no”.

I siguió: “Lo que decimos es que nos pongan atención, porque estamos muy abando­nados”, indicó.

Esta colonia tiene muchas necesidades y está en el aban­dono de las autoridades según los vecinos, al menos eso es lo que ellos perciben pues no son eficientes los servicios públicos.