Reconocen que no cuentan con permisos por falta de dinero
Por Rafael Hernández Guízar
Comerciantes del Jardín de San Francisco, en Guadalajara, fueron desalojados ayer por inspectores del ayuntamiento.
Como ya es costumbre, el desalojo no fue por las buenas, pues los comerciantes no se dejaron, y los inspectores con la razón en la mano, intentaron quitarlos, muchos se retiraron, otros amenazaron con hacer manifestaciones y convocar a medios de comunicación.
Tal es el caso de Teresita González, una señora que vende hot dogs y que en el pasado enfrentó al entonces alcalde de Guadalajara Enrique Alfaro porque la movieron igualmente de lugar. Ella dijo tener influencia con los medios de comunicación para incluso organizar de nuevo manifestaciones afuera de la presidencia. Los inspectores, al parecer le creyeron.
“Yo te voy a decir algo, a mí me vuelve a tratar mal (un inspector) y yo aquí tengo a los medios, tú sabes que yo los convoco de volada, entonces si quien sea de los compañeros me trata con la punta del pie no me voy a dejar, yo el movimiento lo sé hacer bien. Cómo llega (el inspector) y me dice muévete, mis hijos comen, yo genero empleos, son seis familias las que dependen de aquí”, dijo a la que coordinaba a los inspectores tras ser advertida de que debía moverse al no tener un permiso vigente.
Ella, igual que muchos otros, aceptó que no tenía un permiso vigente, que dejaron de pagar al ayuntamiento por falta de dinero ante la llegada de la pandemia de COVID-19.
Los comerciantes se retiraron ante el enfrentamiento con los inspectores.
Ciudadanos que estaban en ese momento de espectadores se dijeron molestos por el hecho, ya que señalaron que debería de haber “tolerancia” por parte del ayuntamiento para que las personas puedan llevar sustento a sus hogares.
En contraste, los ciudadanos que estaban en el sitio, dijeron que debería de haber mano firme contra quienes ensucian el jardín y dejar a los comerciantes, ya que le dan vida a estos espacios.