“También tenemos derecho a espacios públicos”

Por  Elizabeth Ríos Chavarría

Fotografía relevante a la nota.

Luego de que Dea y su pareja Zafiro fueran agredidas por mujeres en la llamada “Mercadita” ubicada en el Parque Rojo, ayer decenas de personas se hicieron presentes en el sitio para visibilizar el problema a la sociedad: “La violencia se combate con
información”, señalaron/Fotos: Elizabeth Ríos Chavarría

Hace una semana Dea y su pareja Zafiro, que es una mu­jer trans, sufrieron violencia física y verbal de parte de un grupo de feministas radicales que se ponen cada sábado en Parque Revolución con un pequeño tianguis; este fin de semana integrantes de la co­munidad LGBTTTIQ+ hicie­ron presencia en el lugar para alzar la voz en contra de la transfobia.

Del lado contiguo a donde se coloca cada sábado la “Mer­cadita Resistencia Feminista”, integrantes del recién creado colectivo “Resistencia contra la Violencia” se manifestaron para exigir respeto hacia las personas trans, quienes tam­bién tienen derecho a espacios públicos libres y sobre todo seguros.

“La intención de esta con­centración es hacer visible el problema a la sociedad. No vamos a atacar el odio de es­tas chicas con más odio, y su violencia con más violencia, sino con información hacia todas las personas. Queremos informarles qué es la discrimi­nación y la transfobia, y los al­cances que esta puede tener”, explicó Zafiro Medina.

Cabe recordar que el 13 de noviembre ella y su pareja Dea se encontraban en esta merca­dita para comprar maquillaje; sin embargo, feministas radi­cales que lideran el lugar les exigieron –aseguraron– que se fueran toda vez que el es­pacio es sólo para mujeres. La situación subió de nivel pues aunque ya se iban, relataron que alrededor de 20 chicas las rodearon y las comenzaron a agredir física y verbalmente sin dejarlas ir.

Fotografía relevante a la nota.

“¡Cuidado!”

“Creo que no eran las for­mas, simplemente nos pu­dieron haber pedido amable­mente que nos retiráramos del lugar, jamás fueron amables, en cuestión de segundos nos vimos rodeadas, insultadas, empujadas, amedrentadas con bates. Nosotras ya estábamos adentro de esa área acordona­da, viendo las cosas porque íbamos con intención de com­prar maquillaje, y en eso escu­cho que a mi pareja le dicen que no puede estar aquí. No seguimos para adelante y en cuestión de segundos nos vi­mos rodeadas”, manifestó por su parte Dea Molina.

Por ello, con consignas, pancartas y mucha música es que de manera pacífica se hi­cieron presentes en el mejor conocido como Parque Rojo para visibilizar ante la socie­dad el problema de transfobia que padecen, asegurando que su intención no es encarcelar a nadie por las agresiones su­fridas ni que a las feministas les quiten el espacio con el que permiten a mujeres vender di­ferentes cosas para apoyarlas económicamente.

“Alzamos la voz no sólo por lo que nos pasó la semana pa­sada. A raíz de que nosotros hi­cimos estas denuncias, en redes sociales salieron a la luz otras muchas acciones (agresiones) realizadas por parte de estas chicas. No queremos quitarlas, sólo queremos que se dejen de violentar a las personas trans. Lo único que buscamos es que nos apoyen, que nos vean, que nos reconozcan, que no borren nuestras identidades. Lo único que buscamos es que se nos permita acceder a los lugares públicos de forma libre y segu­ra”, añadió Molina.

De lado contrario, integran­tes de la Mercadita Resistencia Feminista negaron las agresio­nes físicas, por el contrario, aseguraron que ellas fueron las agredidas a pesar de que en más de una ocasión pidieron que salieran del espacio.

“No hubo (agresión físi­ca), no la tocamos, no le hici­mos absolutamente nada, de hecho hasta en el video se ve que todas están con los bra­zos cruzados, sobre la violen­cia verbal de hecho ella fue la que empezó a agredir y se defendieron las chicas. Y esta chica empezó a dar arañazos a una de nuestras compañeras, tenemos foto, tenemos prue­bas, hasta le dejó moretones, y sí pensamos en ir a poner la denuncia y hacer una contra­demanda porque nos parece injusto que estén diciendo no sé qué cuando ni siquiera la tocamos, cuando nos estába­mos defendiendo y ella fue la que agredió”, agregó Dino.