Parques y jardines de Miravalle, llenos de excrementos: Vecinos

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

Además de excretar en donde quiera, los perros causan temor a las personas, pues hay registro ya de ataques a ciudadanos y a niños. Todo por dueños irresponsables, denunciaron habitantes de esta colonia de Guadalajara/Foto: Francisco Tapia

Vecinos de la colonia Mi­ravalle, en Guadalajara, se quejaron de los problemas que atraen los perros calleje­ros.

Polo Castellanos, uno de los vecinos entrevistados, dijo en entrevista con Pági­na 24 que en toda la colo­nia hay una gran cantidad de perros abandonados, pero los problemas recrudecen en los parques y jardines públicos pues están repletos de excre­mento de perros y los dueños no hacen nada, tal como su­cede en el parque que se en­cuentra en los cruces de las calles Joaquín Clausera, Ju­lio Castellanos y Botticelli.

“Parte del deterioro es de los animales, si usted camina por el parque y no se llena la suela de su zapato con excre­mento ya corrió con suerte, antes daba gusto estar en un parque y por ejemplo si ahori­ta te dicen que te venden una casa en frente de un parque yo ya no me voy, porque es estar batallando con los animaleros y la drogadicción. No nada más es en este parque, es en el que sea, en todos lados es nido de drogadictos y de pe­rros, la gente lo hace hasta adrede”.

Además de excretar en donde quiera, los perros cau­san temor a las personas, pues hay registro ya de ataques a ciudadanos y a niños: “Son hasta un peligro, ya han ma­tado gente los perros cuando andan en manada y porque se hacen más bravos. Aquí el problema es que con quién reclamas, porque si vas con el dueño lo mete y a la media hora ya está en la calle, aquí ves en la mañana el montón de perros que los sacan para que defequen, eso es malo, pero es parte de la cultura que se tiene; así nada va a funcio­nar”, dijo.

Dicho parque está en el abandono, ahí se fuma ma­riguana y no hay quien diga algo, ni los patrulleros, pues no hay un solo procesado por el consumo de drogas, venta de estas o por los destrozos que causan a la propiedad pública y privada los droga­dictos.

“Aquí como puedes ob­servar sí pasa la patrulla, los chavos se van por otro lado, y esa cultura que tienen, de andar haciendo desmadre en donde quiera menos en su casa. Ahora, los agarran los policías y pareciera que traen orden de no hacerles nada porque no llegan a la cárcel todavía y ya los es­tán bajando, que porque son menores o porque hacen va­ler sus derechos humanos, imagínese”.

Por ello, clamó por ayuda a las autoridades: “Lamenta­blemente la cultura y la edu­cación no está en todos los hogares, y por desgracia va a llegar el momento o ya está en que tiene más valor un animal que una persona. La verdad de las cosas es que la gente es muy cómoda, les vale go­rro, yo en verdad lamento que quieran a sus perros y no los cuiden y tengamos los demás que andar pagando las conse­cuencias”.

El llamado fu a su alcal­de Pablo Lemus Navarro, a quien solicitaron que haga acto de presencia y presente algún proyecto para evitar la población callejera de perros.