Director del hospital tiene cinco denuncias ante la CEDHJ

Desde hace dos años no atienden cesáreas ni legrados en el turno nocturno por falta de anestesiólogo y de pediatra. Incluso el área de quirófano tiene humedad desde hace más de tres años y no le dan mantenimiento

Por Gloria Reza M.

Fotografía relevante a la nota.

La Unidad Especializada en Atención Obstétrica y Neonatal no está registradá para atender a pacientes con coronavirus, si algún médico o enfermera quiere hacerse una prueba para detectar COVID-19, deben pagarlo de su bolsillo, han denunciado los trabajadores. Las áreas de urgencias fueron divididas durante meses sólo por plástico negro, entre otras deficiencias/Foto: Gloria Reza

San Miguel El Alto, Jalis­co (apro).- En la Unidad Es­pecializada en Atención Obs­tétrica y Neonatal (UEAON) de este municipio, carecen de personal, medicamentos, vacunas, instrumentos y de instalaciones adecuadas para realizar su trabajo, aunado al terrorismo laboral que ejerce su director Mario Cuéllar Ro­dríguez, señalan afectadas.

El colmo es que duran­te varios meses, urgencias y partos permanecieron dividi­das del área COVID-19 con un simple plástico negro, lo cual acarreó contagios entre el personal. Pese a que existe material para protegerse del COVID-19, les advirtieron que si se rompe el traje tyvek no se les daría otro, y debe­rían encimarse un traje qui­rúrgico desechable.

El hospital no está regis­trado para atender a pacien­tes con coronavirus, si algún médico o enfermera quiere hacerse una prueba para de­tectar COVID-19, deben pa­garlo de su bolsillo. “Recibi­mos un bono COVID-19 de 3 mil pesos (…) tal parece que ese bono nos lo dieron para gastarlo en pruebas particula­res”, se quejan.

Desde que Mario Cuéllar –contra quien existen cinco quejas en la Comisión Es­tatal de Derechos Humanos de Jalisco por hostigamiento laboral y abuso de autoridad– asumió la dirección hace dos años, no se han atendido ce­sáreas ni legrados en el tur­no nocturno por la falta de anestesiólogo y de pediatra. Incluso apuntan que el área de quirófano tiene humedad desde hace más de tres años y no le dan mantenimiento.

Mientras que en el área de urgencias no se cuenta con gi­necólogo, pediatra, cirujano ni anestesiólogo, según denuncia la encargada del servicio ves­pertino, Natalia Ortiz. Ella es una de las víctimas de hosti­gamiento laboral por parte del director a quien acusa de ne­garle vacaciones y rechazarle una incapacidad emitida por el ISSSTE. Además, Cuellar permite que sus compañeros le falten el respeto a ella y le envíen más pacientes.

Cuando una mujer requie­re una cesárea urgente es ne­cesario trasladarla a otra ins­titución. Sin embargo, si la enfermera Graciela Montaño Lara, encargada de la guar­dia nocturna decide que no se traslade a una paciente deli­cada, la familia debe llevarla por sus propios medios a un hospital privado o al público más cercano, lamenta la gi­necóloga Guadalupe Flores García.

En el turno nocturno es común que la caja donde se colocan cubrebocas, gorros y botas para los servicios de quirófano y de tococirugía, esté vacía, lo que provoca que se pierdan minutos valiosos para atender urgencias.

El 29 de julio pasado, nueve personas firmaron una carta que entregó Guadalupe Flores al director para solici­tarle que los partos sean aten­didos en tococirugía, pues hacerlo en área de labor es complicado al no contar con buena iluminación.

Guadalupe Flores explicó que por la poca visibilidad no vio un hematoma de una parturienta, cuando lo detectó pidió traer una lámpara, “la cual tuvo que sostener la en­fermera Patricia Hernández durante todo el procedimien­to” además de aplicar medi­camentos a la paciente.

En el mismo documento expuso que “el área original de toco ya se encontraba ha­bilitada y funcional desde hace muchos años y hemos trabajado sin ningún proble­ma, por dicho motivo, le so­licito que tome en cuenta esta petición que es para el bien” de usuarias y personal.

El director mediante un oficio con fecha 12 de agos­to, respondió a Guadalupe Flores que “el área habilitada en expulsión como quirófano, la indicación, es de que sólo se utilizará en caso de existir una urgencia quirúrgica (ce­sárea, esto cuando se encuen­tre el equipo quirúrgico com­pleto) de no ser así se seguirá usando para atención de par­to”. A la vez, dijo que el área de mantenimiento arregló el desperfecto de la lámpara. Esto último no sucedió, y a la semana siguiente siguió la fa­lla como corroboró la médica Natalia Ortiz.

Un detalle más es que se contrató personal que care­ce del perfil para ocupar el puesto como es el caso de la enfermera Guadalupe Díaz Sánchez quien carece de títu­lo, aseveran.

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En el exterior del hospital, los trabajadores inconformes colocaron una manta en la que exigen la destitución de Idione Maldonado, directora de la región Sanitaria III Altos sur, por “su incapacidad de resolver conflictos, falta de sensibilidad hacia la base trabajadora, agresiones hacia los trabajadores y por no respetar las condiciones generales de trabajo”

En este año dicen que hubo favoritismo en la entre­ga de bases que se dieron en enero y en abril, al no respe­tarse la antigüedad que tie­nen, algunos de más de una década. Acusan que a los que consiguieron base, se les tras­ladó para hacer el trámite co­rrespondiente en un vehículo oficial y en horario de trabajo a las oficinas que se ubican en Guadalajara.

Enfermeras y médicos vi­ven en la incertidumbre puesto que, a raíz de la desaparición del Seguro Popular, firmaron contratos que se renuevan cada 5 meses y medio, y descansan 15 días sin goce de sueldo para no generar derechos.

Tampoco existe un reloj para marcar entrada y salida -solo se anotan en una hoja-, por lo que es común que los cercanos al director falten o salgan más temprano.

El personal está expuesto a las agresiones de pacientes e incluso del guardia de seguri­dad José Hernández, quien en noviembre de 2020 insultó y humilló a la enfermera Juana María Tabares delante de pa­cientes y de sus compañeros de trabajo por haber reportado que el señor no cuida su higie­ne personal.

Juana Tabares lamentó que en mayo pasado le llamaran la atención por aplicar vacunas, luego de que la jefa de Enfer­meras del UEAON, Yadira de Jesús Romo, le recalcó que sólo se debía inocular contra sarampión y rubeola a niños de 1 a 4 años. Esa orden no se le habían dado, y ella para evitar que se desperdiciara el biológico también lo aplicó a menores rezagados de otros rangos de edad.

Otra queja del personal es que debido a la fumigación que se hizo en las instalacio­nes, algunos tuvieron como secuela una neumonitis quí­mica, por lo que no deben estar expuestos a contagiados con COVID-19 o de alguna otra enfermedad respiratoria.

A pesar de realizar el mis­mo trabajo, Mario Cuéllar pidió a varias personas rein­tegrar la prima vacacional ex­pedida en la quincena 24 del año pasado, debido a que es una prestación que no les co­rresponde.

Afuera del hospital se co­locó una manta para exigir la destitución de la directora de la región Sanitaria III Altos sur, María Idione Maldona­do, por “su incapacidad de resolver conflictos, falta de sensibilidad hacia la base tra­bajadora, agresiones hacia los trabajadores y por no respetar las condiciones generales de trabajo”.