Afectados ya no tendrán que ir a CDMX a denunciar

Por Rafael Hernández Guízar

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“Cuenten con el apoyo para que estemos trabajando de cerca”, dijo Víctor Manuel Guajardo, delegado de la FGR en Jalisco ante la petición de la ANPPRYT para que se reciban denuncias de periodistas que son amedrentados, amenazados o heridos en el ejercicio de su labor/Fotos: Francisco Tapia

La Fiscalía General de la República (FGR) recibirá e investigará los atentados con­tra periodistas en el estado de Jalisco.

Así lo confirmó ayer Juan Víctor Manuel Guajardo Sosa, delegado en Jalisco de la FGR, tras sostener una re­unión con la mesa directiva de la Asociación Nacional de Periodistas de Prensa, Radio y Televisión (ANPPRYT) de la que es parte Página 24.

“Cuenten con el apoyo para que estemos trabajando de cerca”, dijo el delegado ante la petición para que sea en Jalisco donde se reciban las denuncias cuando sean pe­riodistas en el estado los que resulten amedrentados, ame­nazados o hasta lastimados o heridos en el ejercicio de su labor periodística.

Y es que hasta el año pa­sado, los periodistas que su­frían de alguna agresión en Jalisco debían trasladarse a Ciudad de México para reci­bir la atención en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) en la que se integraban las investi­gaciones y desde la que se de­rivaba a los periodistas para los mecanismos de protección instaurados por la Secretaría de Gobernación (Segob).

Algunas de las medidas de protección que se ofre­cían a los periodistas era el traslado a una casa segura con la dotación de un apo­yo económico, así como el otorgamiento de vigilancia en los domicilios personales de los periodistas.

De igual manera, el delega­do de la FGR se comprometió a que habría total trasparencia y colaboración de ellos hacia los periodistas, para facilitar el ejercicio de sus funciones.

Por cierto que se anunció por parte de la ANPRRYT que la semana próxima habría una marcha al centro dela ciudad para pedir protección y segu­ridad para ejercer el periodis­mo en el estado.