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Presa De la Vega/Foto: Archivo Página 24

El agua está por alcanzar las terrazas de los restauran­tes que se extienden a lo largo de la calle de Las Fuentes, a la orilla de la presa Santiago Camarena, mejor conocida como De la Vega, en el muni­cipio de Teuchitlán, Jalisco; si logra escalar 20 centímetros más, correrá entre las mesas.

De acuerdo con la Cona­gua, desde el pasado 1 de agos­to esta presa rebasó su nivel de aguas máximas ordinarias y se ha mantenido por encima de 100% de su capacidad.

La gente de esta zona está habituada a ver cómo este cuerpo de agua se hincha durante los temporales abun­dantes y cómo se va desecan­do poco a poco hasta quedar reducido a menos de la mitad durante el estiaje, cuando se utiliza para irrigar buena par­te de las parcelas de la región Valles de Jalisco, al poniente de la ciudad de Guadalajara.

“Hace unos días sí se salió el agua, pero es normal cuan­do llueve fuerte”, comenta un empleado de uno de los res­taurantes.

Antonio es pescador y, más que el nivel del agua de la presa le preocupa la can­tidad de lirio que la está cu­briendo porque eso afecta a los peces: “Sí tiene mucho lirio, ya vino un biólogo que ve eso”. (Con información de agencias)