Cobran cinco pesos la entrada y no los limpian

Por Rafael Hernández Guízar

Fotografía relevante a la nota.

El problema afecta a quienes tienen negocios de comida en los alrededores: el olor es insoportable y el visitante que está ahí es por necesidad, no por gusto. Urge que las autoridades metan en cintura a quienes concesionaron los baños/Foto: Francisco Tapia

Locatarios del mercado Libertad, mejor conocido como San Juan de Dios, en Guadalajara, se quejaron amargamente de la empresa que tiene la concesión de los baños.

La empresa que tiene entradas enormes de dinero debido a que co­bra cinco pesos por persona y a que son cientos de personas las que en­tran a diario no asea los baños pú­blicos, al menos de eso se quejan los locatarios más cercanos, pues el olor es nauseabundo.

“Aquí cuando uno viene hay un montonal de gente porque es mucho problema ponerle la moneda de cinco pesos y pasar y eso, además, de que no los asean y están muy mal, mucha gente se queja de eso, antes que es­taban a cuatro pesos no estaban así, ahora nadie los limpia y la gente se queja mucho de eso”, dijo Gabriela González, una de las entrevistadas.

Ella casi no vende en su puesto de comida, al menos no como antes, pues desde que la empresa tomó la concesión hay muchos problemas para entrar y el olor es insoportable, según dijo, algo que causa que la gente evite comer en su puesto.

“No aquí a un lado de la comida llega el olor, aquí están los baños y pues así la gente ni se quiere quedar a comer, por los olores, porque has­ta dicen que somos nosotros los que somos cochinos y pues no, nada que ver, es el baño que huele muy mal”.

Han buscado alternativas para re­solver las necesidades, ahora van a otro baño aunque está en el tercer ni­vel, pero no es eso todo, se queda sin clientes también, ella y muchos otros que están en los alrededores.

“Es un problema enorme, se tarda mucho en poder pasar, la verdad que así ni viene uno a este baño, mejor voy al tercer nivel y aunque camine más, cuesta menos y están limpios, y así mucha gente”.

El mercado ha empezado a pre­sentar varios problemas, primero por el pésimo estado de los baños, segui­do de la inseguridad que hay en los alrededores y la falta de patrullaje constante.

Por ello, el llamado fue al alcalde Pablo Lemus Navarro al que pidieron los locatarios su presencia para que escuche todas las problemáticas que viven.